La carga heroica del Laureado Regimiento de Caballería de Cazadores de Alcántara nº 10 en las orillas del río Igán

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Regimiento de Caballería de Cazadores de Alcántara nº 10

Regimiento de Caballería de Cazadores de Alcántara nº 10

El 23 de julio de 1921, 691 jinetes españoles pertenecientes al Regimiento de Caballería de Cazadores de Alcántara nº 10 cargaron en siete ocasiones en las orillas del río seco Igán, contra las tropas de Abd el-Krim para proteger la retirada de sus compañeros de Annual. Murieron 551.

Los compañeros que trataban de proteger procedían de la posición de Annual. El general Silvestre había ordenado la retirada después de suponer que 10.000 rifeños les cercaban. Los españoles no superaban los 5.000 hombres y carecían de víveres, agua y municiones.

El general Silvestre fallece en extrañas circunstancias. Algunas versiones afirman que se suicidó al ser herido y verse rodeado de enemigos. Su cuerpo nunca fue hallado. Tomará el mando el general Felipe Navarro que había llegado a Annual el día anterior.
Navarro tiene que dirigir una retirada de tres mil soldados españoles y dos mil indígenas. Tienen que atravesar un territorio árido donde abundan las alturas y los desfiladeros. El primer objetivo es tratar de alcanzar Batel a unos 19 kilómetros. Desde allí tratarán de alcanzar Melilla.

Al frente del Regimiento de Alcántara nº 14 se encontraba el teniente coronel Fernando Primo de Rivera. Morirá en Monte Arruit días a causa de la gangrena de las heridas que le produjo la explosión de una granada. El Regimiento se había establecido en Dar Drius.

A las siete de la mañana del 23 de julio, un escuadrón del Regimiento de Alcántara tiene que salir de Dar Drius para proteger en una primera ocasión de aquel día a los compañeros que se baten en retirada. Se ven obligados a cargar contra los moros y causan muchas bajas.

Regresan a Dar Drius a las once de la mañana, pero en seguida se ven obligados a volver a salir en compañía de todo el Regimiento. Tienen que proteger a dos columnas que solicitan ayuda. Cargan, matan a varios de los atacantes y los dispersan.

A la una y media llega al Regimiento la noticia de que un convoy ha quedado atascado en el cauce seco del río Igán. Los rifeños están tiroteando a las ambulancias. Cuando llegan nada se puede hacer. Todos los ocupantes de las ambulancias están muertos, muchos de ellos degollados.

El Regimiento trata de regresar a Dar Drius pero según se van acercando ven que el poblado está ardiendo. Observan que una columna ha logrado escapar para tratar de llegar al fortín de Monte Arruit pero los rifeños están posicionados en el río Igán impidiendo el paso.

Primo de Rivera arenga a su tropa: “¡Soldados! Ha llegado la hora del sacrificio. Que cada cual cumpla con su deber. Si no lo hacéis, vuestras madres, vuestras novias, todas la mujeres españolas dirán que somos unos cobardes. Vamos a demostrar que no lo somos.”

Tienen la orden de desalojar al enemigo de sus posiciones al precio que sea. El Regimiento se lanza al galope colina arriba blandiendo los sables. Según se acercan reciben fuego intenso de fusilería. El teniente coronel Primo de Rivera pierde su montura y sigue luchando de pie.

Los disparos de los rifeños causan numerosas bajas en hombres y caballos. El Regimiento de Alcántara nº 14 carga hasta en siete ocasiones. La última al paso. Cada carga la hace un número menor de soldados. Logran que el enemigo se retire, pero el 80% del Regimiento ha perecido.

De los 691 integrantes del Regimiento de Caballería de Cazadores de Alcántara nº 14, 551 han fallecido, el resto están heridos o han sido hecho prisioneros. Casi todos sus caballos han muerto en el combate. El Regimiento ya no tiene capacidad para seguir luchando.

Gracias a las siete cargas del Regimiento de Alcántara nº 14, la columna que había logrado escapar del asedio de Dar Drius logra llegar a Monte Arruit. De los cinco mil soldados que habían partido de Annual alcanzan Monte Arruit unos tres mil.

En Monte Arruit resistirán en penosas condiciones hasta el nueve agosto. Sin agua, sin provisiones, sin municiones, abandonados a su suerte por el mando, el general Navarro pacta con el enemigo el traslado hacia Melilla siempre que la fuerza española entregue el armamento.

Formados los tres mil supervivientes en el exterior de la fortificación, los rifeños comienzan a disparar a traición contra los soldados desarmados. Muchos son degollados. Sus cadáveres quedarán insepultos dos meses. Respetan la vida de 60 militares, incluido el General Navarro.

Reconquistada la posición, uno de los primeros que halla los cadáveres será el comandante Franco de la 1ª Bandera de la Legión: “Renuncio a describir el horrendo cuadro que se presenta a nuestra vista. La mayoría de los cadáveres han sido profanados o bárbaramente mutilados.”

Entre el 22 y el 9 de agosto de 1921 murieron cerca de 8.000 militares al servicio de España (españoles e indígenas) por un enemigo claramente inferior a causa de la ineficacia y la cobardía de sus mandos. Nunca tenía que haber ocurrido el llamado “Desastre de Annual”.

Como es costumbre el presente hilo puede ser leído en mi página web. El Regimiento de Caballería de Cazadores de Alcántara nº 14 fue condecorado la Cruz Laureada de San Fernando, como Laureada Colectiva en junio de 2012.

Esta es la hazaña inmortal del Regimiento de Caballería de Cazadores de Alcántara nº 10.

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