Pedro de Heredia, el fundador de Cartagena de Indias que acabó condenado un juicio de residencia

Hoy hace 492 años que el conquistador Pedro de Heredia fundó Cartagena de Indias en una bahía de la costa de Nueva Andalucía (la actual Colombia) que le recordó al excelente puerto natural y la posición estratégica que posee su homónima española fundada por el general cartaginés Asdrúbal el Bello allá por el año 277 antes de Cristo.

Pedro de Heredia había nacido en Madrid en 1484 en una familia de cierta nobleza. Cuentan que se vio involucrado en un duelo que le dejó casi sin nariz y que le obligó a emigrar a la isla de La Española. Cuenta una leyenda que un cirujano le recompuso la nariz con trozos del bíceps izquierdo. Si es cierto, D. Pedro no debía tener un aspecto muy agradable pues los “cirujanos plásticos” del siglo XVI no contaban con los medios y sapiencias de los del siglo XXI…

El caso es que el madrileño una vez en el actual Santo Domingo aceptó el cargo de teniente gobernador de la ciudad de Santa Marta que había sido fundada en Nueva Andalucía en 1525 por Rodrigo de Bastidas. En aquel lugar hizo una gran fortuna y además, obtuvo autorización para explorar otra zonas de Nueva Andalucía. Regresó a España y en Sevilla se hizo con una flota formada por un galeón, una carabela y un patache.

Pedro de Heredia desembarcó de nuevo en las costas de Nueva Andalucía en enero de 1533 acompañado de 300 hombres a los que había que sumar decenas de mujeres y esclavos negros. Una vez fundada Cartagena de Indias se lanzó a una expedición hacia el interior regresando con un botín que tenía un valor de un millón y medio de ducados en oro.

Las crónicas cuentan que Pedro de Heredia fue acusado de entregar la parte correspondiente de las riquezas encontradas a la corona española (el quinto real) y de esclavizar a los indígenas violando las leyes de Indias.

Fue sometido a dos juicios de residencia. Se trataba de un procedimiento en el que se evaluaba la conducta y el desempeño de un funcionario, especialmente los de alto rango. Tenían que rendir cuentas y responder a las denuncias que pudieran recibir por corrupción o abuso de poder.

El primero le llevó a ser condenado en 1539 perdiendo su cargo como gobernador de Cartagena. Regresó a España, apeló la sentencia y logró ser restituido en el cargo.

En 1554 fue de nuevo condenado después de ser acusado de graves cargos. Tenía que pagar una fuerte multa y resultó inhabilitado para ejercer un cargo público. Se embarcó de nuevo camino de España para apelar la sentencia. Esta vez no tendría suerte: murió en un naufragio cerca de Sanlúcar de Barrameda.