Francisco de Orellana, su odisea al descubrir el río más caudaloso del mundo y las guerreras amazonas

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Orellana

¿Saben ustedes que los primeros europeos que navegaron por las aguas del río Amazonas fueron españoles? ¿Qué al frente de la expedición iba Francisco de Orellana que bautizó el río con el nombre de Amazonas debido a que tuvo un enfrentamiento con unas mujeres guerreras?

Francisco de Orellana, nacido en Trujillo como Francisco Pizarro, descubrió el río más caudaloso del mundo el 12 de febrero de 1542. Había partido de Quito en busca del «país de la Canela» como segundo de Gonzalo de Pizarro, que había formado un ejército de 200 españoles y 4000 indios.

Quito se encuentra a 3000 metros de altura. Desde allí bajaron hasta la selva ecuatoriana en una penosa travesía por la cordillera andina en la que pereció la mitad de la expedición. Al llegar donde se suponía que podía estar el País de la Canela, solo encontraron hambre y penuria.

Estamos en 1541. Orellana se encuentra en la selva ecuatoriana junto a Gonzalo Pizarro en la ribera del río Coca. No tienen comida. El hermano de Francisco, conquistador del Perú, ordena a Orellana que construya una embarcación y descienda por el río Coca en busca de alimentos.

Durante un mes, Gonzalo Pizarro, Orellana y los demás expedicionarios se dedican a construir un bergantín al que llamarán San Pedro. Tanto arrecía el hambre que se tienen que comer varios de sus caballos. Pizarro ordena a Orellana que busque comida y vuelva en quince días.

Orellana se embarca en el San Pedro junto a 57 hombres armados con arcabuces y ballestas con la intención de regresar. Bajaron por el río Coca, siguieron por el río Napo, llegan al río Amazonas y llegan a su desembocadura el 26 de agosto de 1542.

Orellana y sus hombres recorrieron navegando por aguas fluviales 4800 kilómetros. Cuando llevaban 1200 kilómetros de travesía decidieron que a esas alturas era imposible remontar el cauce y prestar la ayuda que necesitaban Gonzalo Pizarro y sus hombres.

Por supuesto, Gonzalo Pizarro se agarró un enfado de órdago y escribirá una carta de regreso a Quito al Emperador y Rey Carlos acusando a Orellana de traidor. Solo volvieron 80 hombres de los 4.200 que habían partido.

Durante la travesía Orellana y sus hombres se encuentran con tribus pacíficas q les proporcionan comida y otras directamente hostiles. En mayo de 1542, estando ya en el Amazonas, cuenta Fray Gaspar de Carvajal que tienen que enfrentarse con 2000 indios saliendo vivos de milagro.

El 24 de junio de 1542 es cuando se encuentran con una tribu liderada por mujeres: «Estas mujeres son muy blancas y altas y tienen el cabello muy largo, trenzado y enrollado sobre la cabeza, y son muy robustas y van desnudas pero con las partes íntimas cubiertas.”

Según cuenta Carvajal, integrante de la expedición, “nosotros mismos las vimos luchando delante de los hombres indios y ellas luchaban con tanto valor que los indios no se atrevían a huir.» Nuestros protagonistas vuelven a salir del nuevo encuentro hostil vivos de milagro.

En agosto de 1542 llegan a la desembocadura del Amazonas con el Atlántico. Han tenido que construir tres embarcaciones para alcanzar el océano y precisamente en la desembocadura sufren otra emboscada india: en esta ocasión Orellana pierde un ojo gracias a un flechazo.

La odisea termina después de una navegación que dura un mes por el océano Atlántico. La expedición se había dividido en dos barcos: el San Pedro y el Victoria. Ambos barcos arriban a la isla Cobagua que pertenece a la actual Venezuela y se encuentra en el mar Caribe.

En diciembre de 1542 Orellana y doce de sus hombres regresan a España. Logra convencer de su recto proceder cuando no pudo regresar a socorrer a Pizarro. Se le encomienda que vuelva al río Amazonas como gobernador de lo descubierto pero muere en el intento de remontarlo.

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