La Matanza de Monte Arruit por los rifeños de Abd el-Krim
El 9 de agosto de 1921 ocurre la matanza del Monte Arruit: tres mil soldados españoles son asesinados después de entregar su armamento. Habían pactado con los rifeños marroquíes de Abd el-Krim la entrega de las armas a cambio de sus vidas y del regreso a Melilla.
Al mando de los soldados que se encontraban en Monte Arruit estaba el general Navarro. Los soldados españoles llevaban resistiendo desde el 22 de julio después de escapar de la muerte gracias la gloriosa carga del Laureado Regimiento de Caballería Alcántara nº 10.
El 8 de agosto los españoles ya no tenían agua, ni víveres ni municiones. El general Navarro había solicitado ayuda pero ese mismo día llega un mensaje del Cuartel General de Melilla avisando de la imposibilidad de mandar refuerzos y autorizando la rendición.
Pactadas las condiciones de la rendición y entregadas las armas, los tres mil supervivientes españoles forman en el exterior de la fortificación. Miles de rifeños dispararan y degollan a traición a los soldados desarmados. Sus cadáveres quedarán insepultos dos meses.
Los rifeños de Abd el-Krim sólo respetaron la vida de algunos oficiales, incluido el general Felipe Navarro. Los atacantes esperaban obtener un rescate económico a cambio de estos prisioneros. Un año y medio permanecieron en poder del enemigo. Abd-al-Krim cobró 4.000.000 de ptas.
El general Navarro fue sometido a un consejo de guerra del que resulto absuelto con todos los pronunciamientos favorables. El pobre hombre fue asesinado en Paracuellos junto a su hijo por milicianos del Frente Popular a pesar de no tener nada que ver con la sublevación.
El 12 de septiembre de 1921 comenzó la reconquista española de las posiciones ganadas por los rifeños. «Se alcanzó Monte Arruit el 24 de octubre y allí las tropas revivieron el horror: 3000 cuerpos insepultos y medio momificados, muchos degollados, destripados o lapidados».
Reconquistada la posición, uno de los primeros que verá los cadáveres será el comandante Franco de la 1ª Bandera de la Legión: “Renuncio a describir el horrendo cuadro que se presenta a nuestra vista. La mayoría de los cadáveres han sido profanados o bárbaramente mutilados.”
Entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921 murieron cerca de 8.000 militares al servicio de España (españoles e indígenas) por un enemigo claramente inferior pero brutal a causa de la ineficacia y la cobardía de sus mandos. Nunca tenía que haber ocurrido el llamado “Desastre de Annual”.