Guzmán el Bueno, el que lanzó su daga para que asesinaran a su hijo en Tarifa

El 19 de septiembre de 1319 falleció, luchando en la serranía de Ronda contra el reino de Granada, Alonso Pérez de Guzmán, más conocido como Guzmán el Bueno. ¿Sabrán nuestros jóvenes quién fue el primer señor de Sanlúcar de Barrameda y fundador de la casa de Medina Sidonia?

Guzmán el Bueno era hijo ilegítimo del adelantado de Castilla Pedro Núñez de Guzmán. Nació en León en 1255. Anduvo sirviendo en el ejército del sultanato meriní de Fez, haciendo gran fortuna. Cuando volvió a Castilla, participó en la conquista de Tarifa.

Por entonces los hijos de Alfonso X el Sabio, Sancho IV y el infante Juan guerreaban por el trono de Castilla. Este último llegó a pactar con los musulmanes benimerines. Una vez conquistada la plaza gaditana Sancho IV designó a Guzmán como alcalde.

Los benimerines decidieron entonces tomar Tarifa. La ciudad quedó cercada. Por un mal azar del destino resulta que Alfonso, hijo de Guzmán el Bueno, se encontraba sirviendo como paje en la corte del infante Juan. Este último apresó al chaval y lo envió con sus aliados a Tarifa.

Los benimerines trataron de chantajear al padre: o Guzmán rendía la plaza o mataban a su hijo Alfonso. El padre no cedió a la extorsión y lanzó su puñal desde la muralla: «Matadle con este, si lo habéis determinado, que más quiero honra sin hijo, que hijo con mi honor manchado.»

El niño fue asesinado por los musulmanes y su cabeza lanzada al interior de la plaza fortificada gracias a una catapulta. Prefirió que mataran a su hijo secuestrado antes de entregar Tarifa al enemigo. El rey Sancho IV agradeció su sacrificio con el Señorío de Sanlúcar.

Leyenda o no, esta es la historia que nos ha llegado. ¿Pero por qué se llama Bueno a Guzmán? Porque estando sitiada Tarifa abrió la puerta de la despensa de su castillo para que se pudiera alimentar su población. Su sepulcro se encuentra en San Isidoro del Campo en Santiponce.