Los Íberos, el grupo de pueblos que desconocía su identidad

Los íberos son un grupo de pueblos que tienen ciertas características culturales comunes como la lengua, los enterramientos o las edificaciones y poblados donde residían. Se abrían asentado en la Península Ibérica hacia el siglo VI a. de C.

La lengua de los pueblos íberos responde a patrones comunes, tienen el mismo alfabeto con influencias fenicias pero aunque podemos saber cómo lo hablaban no podemos traducirlo. Aún no se ha conseguido.

La primera noticia que se tiene de su existencia es a través de historiadores griegos. Polibio historiador griego que vivió en el siglo II a. de C. un tiempo en la Península Ibérica escribe de los íberos y los sitúa en el mar Mediterráneo.

Habrían llegado a la Península Ibérica procedentes de África y se habrían extendido desde el suroccidente de la Península Ibérica por todo el litoral mediterráneo hasta el sur de Francia. En el sur es donde se concentrarán un mayor número de poblados íberos pero en noreste también se establecerán un buen número de ellos.

Ellos mismos no se conocerán como íberos sino por los gentilicios de sus pueblos o tribus: turdetanos, oretanos, bastetanos, edetanos, jacetanos, sordones, ceretanos, bergistanos, ausetanos, indigetes, lacetanos, sedetanos, edetanos, layetanos, … No tenían conciencia de una identidad común y con facilidad guerreaban unas tribus con otras. Cuando los romanos aparecieron en la Península Ibérica algunos de estos pueblos no dudaron en aliarse con los romanos para luchar contra otros que consideramos íberos.

Vivían en pequeños poblados fortificados (oppidium) normalmente emplazados en lugares elevados como medida defensiva, protegidos por muros gruesos que en su interior albergaban unas decenas de casas construidas en piedra y abobe con techumbre de madera cubierta de vegetales.

Los arqueólogos han encontrado junto a los poblados íberos necrópolis, templos y santuarios lo que demuestra la gran importancia que le daban a la religión. Es posible que fueran mujeres las encargadas de llevar a cabo la actividad sacerdotal y las encargadas de llevar a cabo los ritos funerarios. Los cuerpos de los muertos eran incinerados y enterrados en túmulos en zonas delimitadas dentro de urnas de cerámica.

Una de las muestras más bellas del arte íbero es la Dama de Elche. Se trataría de una urna funeraria aunque también hay historiadores que piensan que se trataría de la representación de una divinidad como también serían la Dama de Baza y la Bicha de Bazalote.

Los guerreros íberos contaron con gran fama en la antigüedad. Los griegos y los romanos los reclutaron como mercenarios y decían que se lanzaban a la batalla sin miedo alguno y que resistían peleando aún con la batalla perdida.

Los íberos era un pueblo agricultor más que ganadero. Cultivaban el cereal, la vid, la leguminosa y los frutales. Le daban gran importancia a los caballos pero como instrumento para la guerra y la caza.