La reina Urraca de León, primera reina de pleno derecho en Europa
reina Urraca de León
El 8 de marzo de 1126 falleció la reina Urraca de León, hija y heredera de Alfonso VI y de Constanza de Borgoña. Fue la primera reina de pleno derecho en Europa pues accedió al trono en su condición de heredera y no de esposa o de regente.
En los reinos de León y de Castilla las mujeres podían reinar en ausencia de varón por lo que fue nombrada heredera y se la educó de acorde a sus futuras responsabilidades que pasaban por reinar en León. Salvo que su padre tuviera un hijo varón, lo que ocurrió en el año 1093.
Alfonso VI tiene un hijo con una concubina musulmana llamada Zaida que había estado casada con un rey de la taifa de Córdoba. Huyendo de los almorávides había acabado bajo la protección de la corte de León. Fue bautizada con el nombre de Isabel y el niño con el de Sancho.
La madre de Urraca, la reina Constanza de Borgoña, fallece también en 1093. El rey Alfonso aprovecha su viudedad para casarse con Isabel, antes Zaida y su hijo Sancho deja de ser ilegítimo y pasa a ser el heredero de los dominios de su padre.
Un lio sucesorio que al final, para desgracia de Sancho, fue resuelto por los almorávides. El 29 de mayo de 1108 el rey Alfonso VI pone al frente de un ejército a su hijo que contaría por entonces con 16 años. El ejército leonés es derrotado de manera estrepitosa en Uclés.
Sancho y los nobles que le acompañan buscan refugio en Belinchón pero la población morisca de la plaza los da muerte. «¡Ay, hijo mío! Luz de mis ojos, consuelo de mi vejez. ¡Ay, mi principal heredero! Caballeros, ¿dónde me lo habéis dejado?» cuentan exclamó el rey.
Urraca volvía a ser la heredera. Pero había un problema: cuando murió Sancho la princesa estaba viuda. Se había casado con Raimundo de Borgoña pero este había muerto en el 1107 y su padre consideraba que debía tener un hombre fuerte a su lado. Así que la impuso un boda para poder heredar.
El candidato elegido fue el rey Alfonso I de Aragón, el «Batallador». El padre de Urraca falleció el 1 de julio de 1109 y Urraca fue proclamada reina de León y se convirtió en «Imperatrix Totius Hispaniae». Ya saben, antes de 1812 no había nada que se llamara España…
En diciembre de ese mismo año de 1109 se casaron el rey de Aragón y la reina de León. Parece ser que la reina hubiera querido casarse con el conde castellano Gómez González por lo que la boda no era precisamente de su agrado. La cosa fue a peor cuando conoció al aragonés.
Tanto prefería al conde castellano que cuando se casó con el aragonés ya tenía un hijo con el primero. Urraca cumplió con los deseos de su padre pero la mayoría de la nobleza castellana no deseaba el matrimonio y acabaron sometiendo a los reinos españoles en un guerra civil.
A instancias de la nobleza y del clero contrario a la boda, el papa Pascual III manifestó que el matrimonio debería ser anulado por juzgarlo incestuoso dado que los cónyuges eran bisnietos de Sancho Garcés III de Pamplona. Tres años de guerra costó resolver este entuerto.
Unos cuentan que Urraca fue la que se separó de Alfonso. Otros que este la repudió basándose en los argumentos de los que querían declarar nulo el matrimonio. El hecho es que la nulidad del matrimonio fue declarada en un concilio celebrado en Palencia en 1114.
¿Y llegó la paz? Pues no, sus ejércitos tuvieron que guerrear con los del obispo de Santiago, el conde de Traba, su hermanastra Teresa, en una ocasión una pedrada la tiró de su caballo y la plebe la golpeó, la vejó y hasta la desnudo, tuvo q sofocar conjuras y revueltas,…
La reina Urraca de León falleció en el castillo de Saldaña en 1126, propiedad del por entonces su amante conde de Lara. Tenía 46 años. La sucedió el hijo que tuvo con su primer marido Raimundo de Borgoña: Alfonso VII de León «Imperator totius Hispaniae».
Fuentes:
