Mujer quemada por la Iglesia leyendo

La mentira de que los cristianos quemaban a las mujeres por saber leer

Con cierta frecuencia podemos leer aquello de que en la Europa cristiana, y en especial bajo la Inquisición, “se quemaba a las mujeres por saber leer”. No existe ninguna prueba histórica que respalde esta afirmación.

La alfabetización nunca fue un delito

La Iglesia católica jamás persiguió a nadie por el simple hecho de aprender a leer o escribir. Al contrario: los conventos femeninos fueron durante siglos centros de alfabetización y cultura, donde muchas mujeres copiaron manuscritos, escribieron tratados y se convirtieron en referentes intelectuales.

Algunos ejemplos:

  • Santa Teresa de Ávila, reformadora del Carmelo y una de las grandes escritoras de la lengua castellana.
  • Santa Hildegarda de Bingen, mística, compositora y científica alemana del siglo XII.
  • Sor Juana Inés de la Cruz, en el Virreinato de Nueva España, defensora del derecho de las mujeres al conocimiento.

Todas fueron religiosas, todas escribieron y ninguna fue castigada por saber leer.

monja escribiendo

Lo que sí existió fue un control sobre las lecturas. A través del Índice de Libros Prohibidos (vigente desde 1559 hasta 1966), la Iglesia determinaba qué obras podían leer los fieles y cuáles estaban vetadas por considerarse peligrosas para la fe o la moral.

En otras palabras: se censuraban ciertos textos, no la capacidad de leer. Un fiel podía ser sancionado por difundir o poseer obras heréticas, pero no por el mero hecho de ser alfabetizado.

La confusión con las cazas de brujas

El mito moderno se alimenta de otro fenómeno histórico: las cazas de brujas que asolaron Europa entre los siglos XV y XVII.

En regiones de Alemania, Suiza o Escocia, miles de personas —en su mayoría mujeres acusadas de brujería pero también lo fueron hombres— fueron ejecutadas en la hoguera. Sin embargo, la Inquisición española adoptó una postura más escéptica: en la mayoría de los casos veía supersticiones y aplicaba penas leves, evitando las matanzas masivas del centro y norte de Europa.

La construcción de una mentira

La frase de que se quemaba a mujeres “por saber leer” surge en el siglo XX, especialmente en ambientes académicos y feministas de los años 70. Se utiliza como metáfora de la represión cultural y patriarcal contra el conocimiento femenino, más que como un hecho histórico literal.

A esto se suma la Leyenda Negra, que convirtió a la Inquisición española en el símbolo de toda intolerancia y represión. El resultado es una caricatura en la que mujeres alfabetizadas habrían sido condenadas a la hoguera, algo para lo que no existe prueba alguna en los archivos.

También hubo hombres acusados de brujería y ejecutados

Además, es importante recordar que las persecuciones de brujería no afectaron solo a mujeres. Hombres como Urbain Grandier (sacerdote en Francia, 1634) o John Fian (maestro escocés, 1591) fueron igualmente quemados acusados de brujería. La histeria de la época no distinguía tanto por sexo como suele pensarse hoy.

hombre quemado inquisicion

No, los cristianos no quemaban a las mujeres por saber leer. La alfabetización nunca fue perseguida. Las hogueras existieron, pero ligadas a procesos de herejía o brujería, no a la lectura.

El mito es una exageración moderna que combina la censura de libros, la histeria de las cazas de brujas y la Leyenda Negra. La verdad histórica, aunque menos espectacular, es más interesante: las mujeres alfabetizadas existieron, escribieron, debatieron y en muchos casos fueron reconocidas por la propia Iglesia.

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