La expulsión de todos los judíos de Inglaterra
El 18 de junio de 1290 el rey Eduardo I firmó el Edicto de Expulsión de todos los judíos de Inglaterra. Fue el primera gran deportación de personas de raza hebrea de un país de Europa. Los judíos tenían cuatro meses para abandonar Inglaterra bajo pena de muerte.
Desde hacía años se habían extendido bulos en los que se afirmaba que los judíos asesinaban a niños cristianos para utilizar su sangre en la Pascua judía. En 1190 se produjeron pogromos, matanza de judíos en Norwich, Stamford, York, Lincoln…
En York los judíos que se habían refugiado en una torre de madera del castillo se negaron a entregarse a la turba que los perseguía. El 16 de marzo la situación de los judíos era insostenible. Eligieron suicidarse antes de entregarse. El castillo fue quemado. 150 judíos murieron.
La gran mayoría de los judíos de la ciudad de Norwich fueron asesinados en sus casas. Sólo se salvaron los que se habían refugiado en su castillo. ¿La causa? El supuesto asesinato a manos de unos judíos del niño Guillermo de Norwich, crimen que nunca pudo ser demostrado.
En 1218 los judíos fueron obligados a identificarse con un símbolo en su vestimenta. En el 1275 el rey Eduardo I prohibió la usura y animó a los judíos a dejar de dedicarse a prestar dinero. En 1279 acusó a los judíos de envilecer la moneda y mandó ejecutar a unos trescientos.
El decreto que ordenó de la expulsión de los judíos de Inglaterra generó ingresos para Eduardo I. Los hebreos no pudieron vender sus bienes y todo lo que poseían pasó a propiedad de la Corona. Ningún judío pudo establecerse en Inglaterra hasta 1656, en tiempos de Oliver Cromwell.
Debemos recordar a los «negrolegendarios» que los judíos fueron expulsados de Inglaterra, Francia, Alemania, Lituania, Crimea, Austria, Silesia, Hungría, Portugal, Cerdeña, Nápoles, Sicilia , además de España. Suelen solo “recordar” que fueron expulsados de España.