José García, el cabo de inválidos que impidió que el Ejército de Napoleón destruyera la Alhambra
¿Saben ustedes que José García, cabo de inválidos herido en la batalla de Bailén, impidió que la Alhambra de Granada fuera volada con explosivos por los franceses cuando se retiraban de Granada en la noche del 15 al 16 de septiembre de 1812?
¿Y cómo logró impedir el bueno de José García que los franceses no hicieran desaparecer uno de los lugares más bellos de España? Apagando con su cuerpo la mecha que los franceses habían encendido en la zona de la Alcazaba.
Pero José García no pudo impedir que los franceses, por orden del ladrón del mariscal Soult, dañaran total o parcialmente la torre del Cabo de la Carrera, de los Agua, de los Siete Suelos,…, diez de las torres del recito de la Alhambra resultaron afectadas por las explosiones.
También destruyeron en el recinto de la Alhambra el Palacio de los Abencerrajes. Sólo dejaron los cimientos. La famosa Puerta de Elvira, en la entrada del barrio del Albaicín, también fue destruida en gran parte.
La destrucción de la Alhambra tenía que haberse producido cuando los franceses abandonaban Granada. José García había quedado manco y cojo en Bailén. Adscrito al Cuerpo de Inválidos, tenía labores de vigilancia. Poco más sabemos de su vida.
Antes habían arrancado puertas, artesanados, vigas, del palacio de Carlos V para hacer fuego. Destruyeron la torre de la Iglesia de San Jerónimo, la iglesia de San Agustín Alto y del Ángel. Y encima hay q estarles «agradecidos» pues destruyeron menos q en Córdoba, Málaga o Jaén.
Los franceses ocuparon Granada en enero de 1810. Las tropas de ocupación estaban mandadas por un tal general Horace Sebastini que se instaló en los Palacios Nazaríes de la Alhambra a todo lujo. Los granadinos le llamaban «Horacio I de Granada».
Sebastini colocó a la guarnición francesa en la Alhambra. Emplazó más de cien cañones apuntando a varias zonas de Granada con el objetivo de estar tranquilo y poder sofocar un hipotético levantamiento a cañonazos. No hay que negar que para su comodidad, hizo algunas reparaciones.
Horace Sebastini fue el responsable de que se profanara la tumba de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, en la Iglesia del Real Monasterio de San Jerónimo en Granada robando su calavera y una copia de su espada. Sus tropas también quemaron 700 banderas.
Los franceses también utilizaron la Alhambra como cárcel. Cuando entró el general Ballesteros en Granada liberó a los presos que allí se encontraban. Se encontraban en al zona de la Alcazaba. José García tiene una placa de reconocimiento en la Alhambra.