Pedro de Alvarado, el responsable de la matanza del Templo Mayor
A finales de junio de 1541 un caballo montado por un inexperto jinete español arrolló a Pedro de Alvarado en Jalisco cuando estaba sofocando un levantamiento indígena. Murió el 4 de julio de 1541 a causa de las heridas provocadas en aquel accidente. Era conocido como “Tonatiuh” que significa en náhuatl el Sol a causa del rubio de sus cabellos.
Nacido en Badajoz, llegó a América con 25 años junto a sus hermanos y se quedó en América el resto de su vida. Participó en la conquista de Cuba, del Yucatán, fue uno de los lugartenientes del gran Hernán Cortés, exploró y conquistó los actuales territorios de Guatemala, El Salvador y Honduras siguiendo el método con el que había triunfado su jefe en Nueva España: aliarse con unos indígenas que estaban en guerra con otro pueblo nativo.
Pero no todo fueron éxitos en su vida: fue el responsable de la matanza del Templo Mayor de Tenochtitlán. Según su versión de los hechos el 20 de mayo de 1520, cuando Hernán Cortés estaba ausente, ordenó irrumpir en el edificio cuando los mexicas estaban en plena celebración de la fiesta del “tóxcalt” que conllevaba sacrificios humanos. Las mujeres habían puesto agua a hervir en grandes ollas. Alvarado las interrogó y éstas le habían dicho que en las ollas se cocinaría la carne de los españoles. En ese momento, cuando los mexicas estaban en plena danza, Alvarado y su tropa irrumpieron en el Templo Mayor y llevaron a cabo una gran masacre. Esa matanza provocó que el 30 de junio los españoles y sus aliados tlaxcaltecas tuvieran que huir de Tenochtitlán en la llamada Noche Triste.
El emperador Carlos nombró gobernador a Pedro de Alvarado, capitán general y adelantado de Guatemala. Murió cuando estaba proyectando una expedición a través del Pacífico para llegar a las islas Molucas, las islas de las Especias.