La muerte del obtuso teniente coronel George Armstrong Custer en Little Bighorn

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teniente coronel George Armstrong Custer

teniente coronel George Armstrong Custer

El 25 de junio de 1876 el obtuso teniente coronel George Armstrong Custer y 264 soldados del Séptimo Regimiento de Caballería murieron en Little Bighorn. Custer tenía la costumbre de atacar poblados de indios sin dejar que los ancianos, mujeres y niños  pudieran escapar con vida.

El teniente coronel Custer y su Séptimo Regimiento de Caballería tenía el encargo, junto a otros ejércitos yanquis, de acabar con la coalición de indios lakota, cheyennes, arapajó y sioux liderada por Toro Sentado y Caballo Loco. No tenían ganas de ingresar en una reserva.

La idea del gobierno de los Estados Unidos era apoderarse de las Colinas Negras que se encuentran en Dakota del Sur y Wyoming. Había yacimientos de oro. Le trajo al pairo el tratado que habían firmado en Laramie en el que se había pactado que eran territorio de los Sioux.

Como los indios que por allí vivían molestaban, pensaron que la mejor solución era llevarlos a la fuerza en reservas. Custer tenía la misión de hallar el campamento de Caballo Loco y esperar refuerzos del general de brigada Alfred Terry para acabar con el enemigo.

Custer cumplió con la primera parte de la misión: encontró el campamento de Caballo Loco en una explanada cerca del río Little Big Horn. Lo de esperar refuerzos no le pareció conveniente. Tampoco aguardó a que llegara una ametralladora gatling que venía en camino.

Custer supuso que en el campamento no había más de 900 indios incluidos mujeres y niños. En realidad había tres mil. Los indios superaban a los yanquis en una proporción de 10 a 1. Custer dividió sus fuerzas en tres columnas y ordenó al mayor Reno que atacara con una de ellas.

Reno inició la carga atacando por el sureste pero a medio camino decidió detenerse, hizo desmontar a sus hombres y los dispuso en una posición defensiva. Fueron aplastados por cargas de indios Lakota y Cheyenne que hicieron perder al comandante Reno un cuarto de sus efectivos.

Custer, desconocedor de la suerte de Reno, decidió atacar por el norte al frente de 264 hombres. Fueron rechazados por los disparos de los tiradores indios ocultos en la ribera oeste del río. Viendo que no podía entrar en el campamento, Custer decidió dirigirse a una colina.

Custer y sus hombres fueron perseguidos por cientos de guerreros. A la ladera de la colina llegó el teniente coronel acompañado únicamente de 40 soldados. Los supervivientes trataron de repeler el ataque parapetados tras los cadáveres de sus monturas.

Una carga de los indios terminó con la vida de todos los yanquis. El cadáver del teniente coronel George Armstrong Custer fue encontrado con un agujero de bala en el costado y otro en la sien. Si hubiera esperado los refuerzos, seguramente no hubiera encontrado la muerte el 25 de junio de 1876.

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