Roma nos trajo la Civilización y, como casi todo la Navidad
Roma nos trajo la Civilización y, como casi todo, la Navidad. El emperador Constantino autorizó la celebración de las fiestas cristianas y Teodosio las oficializó prohibiendo las paganas.
¿Y por qué motivo se celebra el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre? El historiador Sexto Julio Africano calculó en su obra «Chronographiai» (Crónica), escrita hacia el año 221 el día en que podría haber nacido el que sería Jesucristo. Según sus cálculos, la concepción de Jesús fue el 25 de marzo, lo que llevaría a su nacimiento nueve meses después, es decir, el 25 de diciembre. Recordemos que el Nuevo Testamento nada dice de la fecha en que nació Jesús.
La Iglesia aceptó los razonamientos de Africano y el papa Julio I estableció el 25 de diciembre para celebrar el nacimiento del hijo de Dios en el siglo IV. Según la Real Academia Española la palabra navidad procede del latín tardío «nativitas, -atis», que significa nacimiento.
Otros manifiestan que se eligió el día 25 de diciembre para sustituir la fiesta pagana del «Sol Invictus» (Dies Natalis Solis Invicti). Esa fiesta, en la que se celebraba «la llegada de un nuevo sol», el solsticio de invierno, el alargamiento de las horas diurnas frente a las nocturnas.
Steven Hijmans, en su investigación sobre Sol Invictus, argumenta que la evidencia más antigua de un festival dedicado a Sol Invictus el 25 de diciembre podría encontrarse en la obra de Juliano el Apóstata, quien gobernó entre 361 y 363 d.C. Este registro sería posterior al más antiguo registro conocido de la celebración de la Navidad, que data del año 336 en el «Cronógrafo del 354». Hijmans sugiere que la fiesta pagana del Sol Invictus podría haber sido una reacción o un intento de contrarrestar la creciente popularidad de la celebración cristiana de la Navidad, en lugar de ser la influencia original de la fecha cristiana. Esto implica que los cristianos podrían haber establecido la Navidad el 25 de diciembre antes de que Sol Invictus fuera celebrado en esa fecha específica.
En fin, gracias emperador Constantino.