Cristóbal Colón Descubrimiento
Cada 12 de octubre resurgen viejas polémicas sobre la palabra descubrimiento. Algunos sostienen que los españoles, con Cristóbal Colón a la cabeza, “no descubrieron nada”, como si cruzar un océano ignoto, unir dos mundos y cambiar para siempre la historia del planeta no fuera suficiente mérito.
Pero basta acudir al propio Diccionario de la Real Academia Española para despejar dudas. Descubrir significa:
“Hallar lo que estaba ignorado o escondido, principalmente tierras o mares desconocidos.”
Eso fue exactamente lo que ocurrió el 12 de octubre de 1492: España halló tierras hasta entonces ignoradas por el mundo civilizado, es decir, por las culturas interconectadas que abarcaban Europa, el norte de África y Asia. América existía, sí, pero era desconocida para la humanidad en su conjunto. El descubrimiento consistió en revelarla y comunicarla al resto del mundo.
No se descubrió un pueblo, sino un continente
Nadie niega que en América vivieran pueblos desde hacía milenios.
El mérito del descubrimiento no radica en “encontrar personas”, sino en integrar un continente entero en el conocimiento universal.
Hasta entonces, los habitantes del Nuevo Mundo desconocían lo que había más allá de sus costas. No sabían que existían otros continentes, ni que la Tierra era un globo, ni que más allá del horizonte había civilizaciones distintas a la suya.
Lo explica don Luis de Antequera
El historiador Luis de Antequera lo expresó con precisión:
“Se dice que los marinos españoles no pudieron descubrir América porque antes que ellos ya lo habían hecho los propios americanos. Nada más torticero, engañoso y a la vez errado.
Los americanos vivían en América y basta, sin haber realizado ningún descubrimiento… del mismo modo que los europeos no habían descubierto Europa ni los africanos África por el solo hecho de residir en ellas.”
Una hazaña que cambió el mundo
El Descubrimiento de América fue mucho más que un viaje.
Fue el punto de partida de la primera globalización de la historia, el encuentro de dos mundos hasta entonces aislados.
Por primera vez, la humanidad quedó unida en un mismo mapa, bajo una misma historia común.
Desde aquel día, ningún ser humano volvió a vivir aislado del resto de la humanidad.
Y ese día, el 12 de octubre de 1492, el mundo se hizo uno.