El día que Horatio Nelson perdió su brazo derecho en Tenerife
A finales de julio de 1797 los británicos trataron de apoderarse de Tenerife. Deseaban someter bajo la corona británica a todas la Islas Canarias. Los comandaba Horacio Nelson. Una bala disparada por el cañón «Tigre» fabricado en Sevilla le dejó sin brazo derecho.
En junio de 1797 España y Gran Bretaña estaban en guerra. Cádiz era el puerto donde atracaban los barcos procedentes de América y de las Filipinas. Dado q la ciudad gaditana se encontraba sitiada por los hijos de la Gran Bretaña, los barcos tenían que desplazarse hasta Tenerife.
Al tener noticias de q un mercante de la Compañía de Filipinas había atracado en Santa Cruz de Tenerife con grandes riquezas, los británicos enviaron a Nelson al mando de una flota formada por tres navíos, cuatro fragatas, una bombardera y una goleta. 400 cañones y 4.000 hombres.
El Teniente General Antonio Gutierrez tenía el cargo de Comandante General de las Islas Canarias. En 1797 las islas Canarias carecían de unidades militares que las pudieran defender. En caso de un agresión, la defensa corría a cargo de milicias formadas por los propios vecinos.
Además de la superioridad militar, Nelson contaba con el efecto sorpresa para llevar a cabo su ataque. Pero la flota británica fue avistada desde Punta Anaga al otro extremo de la isla de Tenerife, lo cual, provocó que se diese la alarma en Santa Cruz de Tenerife.
En Santa Cruz de Tenerife vivían unas 7000 almas. El arandino Antonio Gutierrez movilizó a 1.700 milicianos para evitar la invasión. Emplazó a los defensores en el castillo de Paso Alto, la Torre de San Andrés, el Castillo de San Cristóbal y otros fuertes que dominaban la bahía.
Nelson pretendía desembarcar en la playa de Valle Seco, a unas dos millas al nordeste de la ciudad, progresar hacia el montículo Altura, tomar por la retaguardia el castillo de Paso Alto, y negociar la rendición de la ciudad.
El ataque ingles se inició en la madrugada del 22 de julio de 1797. Cuando los barcos ingleses se encontraban a unas tres millas de la costa española, Nelson envió 23 lanchas con el objetivo de desembarcar en la playa de Valle Seco y tomar el castillo de Paso Alto.
Como los defensores estaban avisados y las condiciones del mar no favorecían el desembarco, este fue abortado por las milicias canarias y las lanchas tuvieron que regresar a los barcos. Los planes de Horacio Nelson no salían.
Hacia las diez de la mañana del día 22 los ingleses iniciaron un segundo intento. Las fragatas inglesas fueron llevadas a remolque de los botes para fondear lo más cerca posible de la playa de Valle Seco teniendo lugar el desembarco de unos 1000 hombres .
Los británicos logaron tomar una pequeña cota pero no pudieron progresar al encontrarse con el fuego cruzado de los defensores que les cañoneaban desde el castillo de Paso Alto y el montículo Altura. El intento de tomar el castillo fracasó.
Durante todo el día 23 de julio se produjo un intercambio de fuego entre defensores e invasores que estuvieron a punto de ser copados por los españoles, por lo que tuvieron que ser reembarcados en la noche del 23 al 24 de julio. El segundo intento también había fallado.
A la vista del fracaso, Nelson optó por atacar frontalmente Santa Cruz, con un desembarco en el muelle de la ciudad. El propio Nelson comandaría este ataque. Trataría de desembarcar en grupo en el muelle, tomar el castillo de San Cristóbal, para desde allí tomar la ciudad.
A primera hora del día 25, en noche cerrada, unos 700 británicos embarcaron en seis grupos de lanchas, otros 180 embarcaron en la balandra Fox y otros 80 lo hicieron en una goleta apresada a los españoles. Se dirigían al muelle en total silencio pero con muy poca visibilidad.
La fragata española San José, fondeada a un tercio de milla del muelle, da la voz de alarma al avistar a los británicos, a los que les cae encima un fuerte fuego artillero que los dispersa. Solo cinco lanchas llegan al muelle. El resto se estrellan contra las rocas.
La balandra Fox es enviada a pique por la artillería española dejando a los británicos casi sin municiones. Nelson que iba en uno de los botes que alcanza el muelle, logra desembarcar pero nada más tocar suelo firme un proyectil procedente del cañón «Tigre» le secciona un brazo.
Otra oleada de lanchas británicas parte hacia la costa. A pesar del fuego artillero algunos hombres logran desembarcar en la playa de la Caleta. Llegan a la plaza de la Pila. Otros descienden de las lanchas en la playa de las Carnicerías y alcanzan la plaza de Santo Domingo.
El Teniente General Gutiérrez ordena que se ocupe el muelle y que se ataque con toda la munición posible a las tropas británicas que habían entrado en la ciudad que tratan de protegerse de la acometida española refugiándose en el Convento de La Consolación.
Al verse rodeados, sin ninguna posibilidad de auxilio por parte de las fuerzas embarcadas, los británicos se rinden. El segundo de Nelson, Trowbridge, negocia la paz con el teniente general Gutiérrez al que concederá una capitulación honrosa.
Aquel julio de 1797, 244 británicos perdieron la vida tratando de conquistar Tenerife, Horatio Nelson perdió su brazo derecho y las banderas de sus buques. Para justificar su derrota Nelson adujo que se había enfrentado a 8.000 hombres. Fueron 1.700 pero valían como 8.000.
Da gusto saber que hay españoles comprometidos con el patriota y noble deber de divulgar la verdad histórica, las vicisitudes y las glorias de los hijos de España a través de las páginas de la Historia Universal. Os felicito por la gran calidad de vuestros trabajos que tanto contribuyen a difundir la verdad y a terminar de una buena vez con toda la basura y mendacidad de la «leyenda negra» esparcida en el tiempo y el espacio por los envidiosos enemigos de la Grandeza de la España Inmortal.
que linda es la historia a veces