El Genocidio Colonial Alemán en Namibia
¿Saben ustedes que Alemania causó en Namibia un genocidio muy parecido al que los anglosajones llevaron a cabo en Norteamérica? Entre 1904 y 1907 cien mil miembros de las tribus herero y namaqua desaparecieron de la faz de la tierra gracias al ejército alemán.
En 1884 la Conferencia de Berlín, donde las potencias europeas se repartieron África, otorgó a Alemania, territorios que correspondían con las actuales Namibia, Togo, Camerún y parte de la actual Tanzania.
Los colonos alemanes fueron alentados a instalarse en tierras de los nativos. En Namibia se encuentra uno de los desiertos más extensos del planeta, así que los colonos al ocupar las tierras fértiles desplazaron a los nativos al desierto. Además muchos de ellos fueron esclavizados.
En el año 1904 la tribus de los herero y de los namaquas se sublevaron y mataron a unos 200 colonos alemanes. Ese mismo año el káiser Guillermo II envió 14.000 soldados comandados por el general Lothar von Trotha con ordenes de aniquilar a los nativos. Y así sucedió.
Aquellos que no murieron a manos del ejército alemán fueron desplazados al desierto y encontraron la muerte en los desiertos Namibia y Kalahari. Además los alemanes envenenaron los pozos de agua para garantizar que nadie regresara con vida.
En total murieron unos 85000 hereros y 10000 namaquas. En Alemania la prensa celebró el genocidio como un acto heroico aduciendo que si no se hubiera a cabo la zona se hubiera «deshumanizado».
Por cierto, entre 1909 y 1914 llegaron a Alemania cientos de cráneos procedentes de sus colonias para ser estudiados en las universidades. Muchos de ellos eran de miembros de las tribus herero y namaqua. En el año 2006 Alemania devolvió Namibia una veintena de esos cráneos.
Excelente Reseña, saludos cordiales desde Lima, Perú.. 01-05-2020.. !!
Toda muerte es trágica, y terrible, pero eso no fue nada a lo que hizo el rey Leopoldo de Bélgica en el congo.
Muchas gracias por mostrar esta historia, hábilmente ocultada al mundo. Los alemanes han demostrado poseer un comportamiento genocida que han esparcido por donde quiera que van, mientras se abrogan una moral contemporánea para regir a la UE y al mundo.