Nochebuena de 1734: el día que «Las Meninas» de Velázquez se libraron de acabar en cenizas
El 6 de agosto de 1660 falleció uno de los mejores pintores que ha nacido en suelo español y maestro de la pintura universal: Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, sevillano. ¿Saben que «Las Meninas» estuvieron a punto de desaparecer en el incendio del Alcázar de Madrid?
El 24 de diciembre de 1734 el Alcázar de Madrid fue pasto de las llamas y para salvar la excelsa obra de las llamas, fue arrojada por una ventana. Hace 288 años y unos meses, volvieron a «nacer» «Las Meninas», el famoso cuadro del gran pintor de Sevilla afincado en la Corte de Felipe IV.
Fruto del golpazo que se dio el cuadro, la pintura resultó dañada en la cara de la infanta Margarita. El desperfecto fue restaurado pocos años después. Otros cuadros no se salvaron de las llamas. «La expulsión de los moriscos», también de Velázquez. quedó reducida a cenizas.
Por cierto, Margarita Teresa de Austria era hija de Felipe IV y hermana de Carlos II. No tuvo una larga vida. Se casó en1666 por poderes con Leopoldo I, emperador de Austria, a la edad de 14 años. Falleció debido a las complicaciones de su cuarto parto a los 21 años.
Apagado el incendio, el rey Felipe V ordenó la construcción de un nuevo Palacio Real cuyo diseño fue encargado a Filipo Juvara. Este proyectó un edificio que no cabía en el solar que había dejado el incendiado Alcázar de Madrid.
Velázquez entró a trabajar en el taller del sevillano Francisco Pacheco a la edad de doce años. En 1618 se casó con la hija de su maestro y en 1622 viajó a Madrid con el propósito de ser pintor de cámara en la corte del rey Felipe IV lo que consiguió en octubre de 1623.
Velázquez fue ascendiendo en el escalafón de la corte, fue nombrado aposentador de palacio en 1652 y caballero de la Orden de Santiago en 1658. Me imagino que todos ustedes conocen «El triunfo de Baco», «La fragua del Vulcano», «Las Hilanderas» o «La rendición de Breda»
En julio de 1660 Velázquez cayó enfermo. Falleció el 6 de agosto. Al día siguiente fue enterrado en la capilla de Santiago de la desaparecida iglesia de San Juan Bautista, mandada derribar por el rey que impuso Napoleón, que estaba en la actual plaza de Ramales. La Cruz recuerda que este lugar estuvo la iglesia de San Juan.