La supuesta falta de aseo de la reina Isabel la Católica es un cuento que no tiene base alguna
Desde hace mucho tiempo circula una leyenda. más bien bulo, en torno al aseo de la reina Isabel I de Castilla, conocida por la Católica en base al título que le fue otorgado tanto a ella como a su marido Fernando de Aragón en la bula “Si convenit” en 1496 y que en adelante usarían todos los reyes de España.
Según ese cuento, que podría incluirse en el sinfín de patrañas que integran la Leyenda Negra, la Reina Católica era una persona poco aseada, sucia y que olía muy mal. Incluso le atribuyen una frase que realmente fue pronunciada, pero no por Isabel I sino por su tataranieta Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II.
Según esa patraña, Isabel I de Castilla habría prometido en 1491, en pleno cerco a Granada, no cambiarse la camisa hasta que las tropas cristianas tomaran la entonces capital del reino nazarí.
Mentira. Algo parecido a esa frase la pronunció Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II y gobernadora de los Países Bajos en 1601 que dijo no se cambiaría de camisa durante el sitio de Ostende y este llegó a durar tres años. Realmente lo dijo, pero era una afirmación simbólica. Nadie en su sano juicio está tres años sin cambiarse la camisa.
Para más inri, el confesor de la reina, fray Hernando de Talavera frecuentemente le recriminaba el exceso de cuidado que daba a su cuerpo y le censuraba tales vanidades. Por otra parte sabemos por las cronistas de Hernán Pérez del Pulgar y de Alonso Flores que la reina era persona de “cara hermosa y alegre, mirar gracioso y honesto, con las facciones muy bien puestas” que controlaba de manera férrea su imagen pública como correspondía a su persona de su posición.
La reina Isabel I de Castilla se aseaba como cualquier persona de su tiempo. Para el aseo diario se utilizaban jofainas lavándose por partes y se daban al mes un baño o dos.
En fin. Otro infundio más que no corresponde con la verdad.